Es un tratamiento que consiste en la introducción del gas estéril CO2 a nivel subcutáneo o intradérmico con la ayuda de una sofisticado equipo mediante pequeña microinyecciones con el objetivo de revitalizar los tejidos por efecto de la oxigenación y la neovascularización.

INDICACIONES EN ESTÉTICA

·         Celulitis

·         Flacidez de piel

·         Rejuvenecimiento facial

·         Tratamiento de ptosis palpebral

·         Tratamiento de coloración de ojeras (sobre todo debidas a estrés, tabaquismo, malas noches, etc.)

·         Tratamiento de papada

·         Acné activo y secuelas del acné severo.

·         Estrías  (cicatrices  atróficas  -  se  atenúan  en  un  80%)

·         Cicatrices  hipertróficas  no  queloides 

·         Adiposidad  localizada  (acúmulos  de  grasa  subcutánea  difícil  de  movilizar  con  dieta  y  ejercicio) 

La carboxiterapia infiltra CO2 justo debajo de la superficie de la piel. El organismo interpreta esto como un déficit de oxígeno y responde aumentando el flujo sanguíneo y factores de crecimiento tales como VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular), que estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos. Esto proporciona una oleada de oxígeno y nutrientes a la zona tratada y mejora la circulación, consiguiendo una restauración celular. El aumento de la concentración de oxígeno también mejora la retención de agua o edema en el área.

Para el rejuvenecimiento de la piel, el súbito aumento de oxígeno a través  del flujo sanguíneo estimula también la producción de colágeno, lo que suaviza las arrugas finas y disminuye las ojeras bajo el ojo. El colágeno a largo plazo se estimula con capas más regulares de colágeno establecido. Unos meses más tarde, la remodelación dérmica ocurre con la contracción del colágeno, lo que conduce a un efecto de tonificación y tersura en la piel. Se mejoran las arrugas de expresión y de la frente,  las mandíbulas y la flacidez del cuello.

Para la reducción de grasa, el gas calentado a alto volumen se introduce profundamente en las células de grasa, que terminan rompiéndose y, al mismo tiempo el CO2 estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, con el consiguiente rejuvenecimiento de la piel.

Para la reducción de la celulitis, un tratamiento de drenaje linfático aumenta la circulación de la zona, lo que reduce la acumulación de toxinas, que es una de las principales causas de la celulitis. Cuando el gas se introduce en la dermis, rompe la grasa superficial  y estimula los niveles de colágeno dérmico. Todo esto conduce a una mejor textura, eliminándose la llamada piel de naranja.

El  procedimiento  puede  resultar  doloroso  para  algunas  personas,  esto  depende  del  umbral  de  dolor  de  cada  uno.  La  punción  con  la  aguja es  a  veces  imperceptible,  no  obstante,  el  ingreso  del  gas  si  ocasiona  incomodidad.  El  dolor  puede  percibirse  como  dolor  tipo  presión, ardor, quemazón o prurito (picazón). También, dependiendo el área, puede producirse un pequeño hematoma que resuelve en pocos días.

Las  sesiones  corporales  para  grasa  localizada  o  celulitis  son  recomendadas  de  2  a  3  veces  por  semana.  El  CO2  difunde  rápidamente  en  los tejidos. Puede permanecer en algunos casos hasta 48 horas. Las sesiones de rejuvenecimiento facial, secuelas de acné, párpados cada 7-15 días. 

Depende del paciente y el problema a tratar. Por ejemplo, normalmente se requieren de 12 a 16 sesiones de Carboxiterapia para reducir la celulitis y los depósitos de grasa resistente, aunque esto puede variar en función de la edad, anatomía de cada persona, tipo de celulitis y grado.