ADIPOSIDAD LOCALIZADA
La adiposidad localizada es la ubicación del tejido graso en determinadas zonas del cuerpo que provocan una alteración estética del contorno corporal. Esto puede ir acompañado o no de sobrepeso.
La principal diferencia entre ambos tipos de adiposidad es que, una adiposidad localizada secundaria responderá bien a una dieta combinada con ejercicio físico, incluso mejor aún si lo combinamos con un tratamiento estético, mientras que una adiposidad localizada primaria será muy difícil modificarla a través de los hábitos alimentarios y el ejercicio físico y tendremos que recurrir claramente a una terapia para lograr reducirla.
El tejido graso que forma esos acúmulos puede tener diferentes características: blando, edematoso (con retención de líquidos) o fibrótico (duro), lo que hará que debamos plantear tratamientos diferentes en función del diagnóstico.
Para obtener buenos resultados, se deben distinguir en principio dos grandes grupos de pacientes: los que tienen adiposidad localizada con sobrepeso y los que solamente presentan adiposidad.
Es necesario comprender que, si se realiza una acertada evaluación de cada caso en particular, será más sencillo elegir criteriosamente una conducta terapéutica.
¿Es lo mismo la celulitis que la grasa localizada?
La respuesta es concluyente: no. La adiposidad localizada puede estar asociada a la celulitis, pero debemos diferenciar a ambas para dar el tratamiento específico. En caso de que se asocien las dos entidades aplicaremos tratamientos combinados para ambas cosas.
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CLASIFICACIÓN
TRATAMIENTO DE ADIPOSIDADES LOCALIZADAS
Ante todo debemos recordar que mantener buenos hábitos alimenticios y la realización de ejercicio físico de forma regular mejorará el resultado de nuestros tratamientos.
En el caso de la adiposidad localizada podemos aplicar tratamientos específicos para destruir la grasa: